San Salvador, 22 de septiembre de 2021. En el marco del 28 de septiembre, Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, organizaciones defensoras de derechos humanos y feministas nos pronunciamos ante el grave retroceso de nuestra democracia y los derechos humanos, en especial los derechos sexuales y reproductivos.
Vemos con suma preocupación los efectos negativos que la penalización absoluta de la interrupción del embarazo ha provocado en la vida de las mujeres y sus familias. El Salvador es uno de los seis países en América Latina que sostiene un marco normativo que vulnera los derechos reproductivos y condena a las mujeres por sufrir abortos espontáneos y emergencias obstétricas; las castiga duramente hasta con 30 años de cárcel, en su mayoría quienes viven estas condenas son mujeres jóvenes y adultas que viven en extrema pobreza en zonas rurales y que han tenido poco o ningún acceso a estudiar.
Los embarazos en niñas y adolescentes es una cruda realidad ante la cual el gobierno no ha tomado ninguna medida resultando en un aumento en la cantidad de niñas y adolescentes embarazadas en el primer semestre de 2021. Se ha identificado que 6,935 niñas y adolescentes resultaron embarazadas en el primer semestre de 2021, es decir, 38 niñas y adolescentes embarazadas cada día, superando la cifra registrada en el mismo periodo del 2020 que fue de 6,830 embarazos en niñas y adolescentes.
El presidente Nayib Bukele, de manera unilateral, y sin generar el debate ciudadano para llegar a un consenso, pretende que se mantenga la penalización absoluta del aborto en vez de cumplir la Resolución 18-98 de la Sala de lo Constitucional que mandata que la legislación secundaria debe resolver los posibles conflictos de derechos en la mujer gestante y el producto de la gestación”), Esta situación se opone al avance del reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, niñas y adolescentes y el respeto a su vida y dignidad. Pretende, además, ignorar las luchas que por décadas hemos mantenido colectivos feministas y de mujeres.
Atravesamos por momentos difíciles. Los retrocesos democráticos que se han desencadenado a partir del 1 de mayo son verdaderos obstáculos para la garantía de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables. Al inicio de su gestión, la actual Asamblea Legislativa archivó la Ley de identidad de género y la Ley de la Despenalización del Aborto. Además, el presidente de la República rechazó la posibilidad de reformas constitucionales planteando discursos conservadores con relación a derechos sexuales y derechos reproductivos.
La postura del presidente Bukele contribuye al retroceso de avances en materia de Derechos Humanos alcanzados por la lucha permanente y dedicada de las feministas, también nos aísla cada vez más como país de los avances en materia de derechos que se dan en nuestro continente y en todo el mundo.
Es por ello que hoy hacemos el llamado al Gobierno de El Salvador a comprometerse con la salud y vida de las niñas, mujeres y personas gestantes, y le demandamos la despenalización del aborto de manera inmediata. Hoy más que nunca, las Defensoras de derechos humanos luchamos por la salud, vida, justicia y dignidad. ¡Será Ley!