San José y San Salvador, 12 de enero de 2022. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente autónomo de la OEA, informó que remitió el caso de Beatriz a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) por considerar que el Estado salvadoreño incumplió las recomendaciones que le había hecho para adoptar medidas de no repetición, protección, prevención y reparación de los daños causados a ella y a sus familiares por las violaciones a sus derechos.
El caso pone en relieve las implicaciones sobre la vida, la salud y en general los derechos humanos de las mujeres a consecuencia de un sistema legal que prohíbe la interrupción del embarazo en todas las circunstancias. Esta será la segunda vez en que el gobierno de Nayib Bukele debe hacer frente a un juicio internacional relacionado con los derechos reproductivos de las mujeres, en noviembre de 2021 el Estado fue condenado por el caso Manuela.
Beatriz quería vivir. “Beatriz” es el nombre dado a una mujer joven, habitante de una zona rural que padecía lupus eritematoso sistémico, agravado con nefropatía lúpica y artritis reumatoidea. En febrero de 2013 se le confirmó un embarazo de 11 semanas, que fue catalogado de alto riesgo por su condición de salud, así como por un diagnóstico que confirmaba condiciones del feto incompatibles con la vida. La recomendación médica indicaba la interrupción del embarazo, pero las condiciones legales de El Salvador impidieron la realización oportuna del procedimiento. Tras una batalla legal que tomó más de 80 días y que escaló al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, a Beatriz le fue practicada una cesárea. La salud y la vida de Beatriz no volvieron a ser las mismas.
La lucha de Beatriz por sus derechos dio la vuelta al mundo, generando un movimiento de solidaridad con su causa y por la flexibilización de la normativa que prohíbe el aborto en El Salvador. En este sentido, diversos organismos internacionales han hecho reiterados llamados al Estado salvadoreño para que adecue su legislación.
Para las organizaciones representantes, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local de El Salvador, la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico de El Salvador, Ipas Centroamérica y México (Ipas CAM) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), el avance de este caso a la Corte IDH representa un soplo de justicia para la familia de Beatriz, así como la oportunidad para que El Salvador vaya saldando las deudas que tiene con las mujeres.
“La determinación de Beatriz en la lucha por su vida y en la aspiración de que otras mujeres no pasen por su misma experiencia, está presente en este proceso de litigio ante la Corte IDH que no sólo evidenciará las graves violaciones que sufrió Beatriz mientras esperaba que el sistema decidiera sobre su salud y su vida; sino que será una oportunidad para abordar las falencias de un sistema que no garantiza los derechos plenos a las mujeres, en particular, a aquellas que requieren de la interrupción del embarazo para preservar su salud y vida” dijo al respecto Morena Herrera, representante de la Colectiva Feminista..
Por su parte, Gisela de Leon, directora jurídica de CEJIL destacó que la sentencia puede establecer estándares acerca de las medidas que los Estados deben adoptar para que las mujeres gestantes tengan acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva adecuados para resguardar sus derechos, a la salud y a la vida.
Por otro lado, Ma. Antonieta Alcalde Castro, de Ipas CAM destacó la importancia de que el juicio posibilite que se abra en el país la necesaria discusión sobre la despenalización del aborto. “No se trata de estar a favor o en contra del aborto, o de si una estaría dispuesta a practicárselo o no, se trata de las mujeres que lo necesitan para salvar su vida y de las que son encarceladas injustamente por haber tenido emergencias obstétricas, se trata de reconocer que esta es una problemática que nos afecta como sociedad y que se ensaña con las mujeres jóvenes y en condiciones de pobreza”.
Finalmente, Demly Cortés, madre de Beatriz, declaró: “el amor hacia Beatriz nos da valentía para seguir luchando y felicidad porque su memoria sigue viva”.
A partir del traslado del caso, se espera que en los próximos meses la Corte IDH convoque a audiencia pública.