San Salvador, 28 de febrero de 2019. El Salvador, Honduras y Guatemala reportaron las tasas más altas de feminicidio a escala mundial para el periodo 2007-2012. Así lo revela el informe de Geneva Declaration Secretariat 2015. Esta realidad ha cambiado muy poco a la fecha. De hecho, cada año, las cifras de feminicidio en estos tres países, les ubica siempre en el mapa de los lugares más peligrosos para ser mujer y ser víctima de la violencia letal. Esto de acuerdo con el estudio “Situación de violencia letal contra las mujeres en El Salvador, Guatemala y Honduras 2014 – julio 2018”, realizado por la Fundación Heinrich Böll Stiftung, presentado y discutido el 28 de febrero en el foro titulado con el mismo nombre, en el campus de la Universidad de El Salvador (UES).
La actividad fue realizada en conjunto con la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local y la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, con el apoyo de la UES. Rina Montti Velasco, una de las investigadoras y autoras del estudio, participó en este foro. Así como Morena Herrera, activista y defensora de derechos humanos; Alba Evelyn Cortéz y Erika Saldaña, ambas abogadas y notarias. Ellas estuvieron a cargo del análisis y reflexiones.
La idea del foro fue contribuir a la discusión de la lucha por la igualdad de la mujer en contextos violentos como el centroamericano, y reflexionar sobre la gran deuda histórica de nuestro tiempo: la impunidad ante crímenes que atentan contra la dignidad y la vida de las mujeres, tal cual se manifiesta en el trabajo editado.
La investigación recoge datos, cifras, estadísticas y testimonios, de casos de feminicidios en los países del Triángulo Norte, y fue realizada por las investigadoras Rina María Montti Velasco, Hazel Jasmín Bolaños Vásquez y Andrea Michelle Cerén Lovo, con el apoyo y financiamiento de la Fundación Heinrich Böll, Oficina San Salvador.
El material bibliográfico, en palabras de Marco Navarrete, coordinador del Programa Democracia de la Heinrich Böll Stiftung Oficina Centroamérica, “busca como primer acto, el reconocimiento de las mujeres víctimas de este desgarrador panorama, lo que también implica visibilizar y enjuiciar urgentemente a los agresores”. Para Navarrete, “las estadísticas nos muestran, además de los testimonios, que el asesinato de mujeres se ha vuelto una constante en nuestras sociedades del triángulo norte de Centroamérica, y esto exige no solo la comprensión de los factores estructurales implicados en el desarrollo de la violencia, sino también en actuar de una vez por todas a favor de la protección y enaltecimiento de la vida de las mujeres”.
El PDF del documento puede descargarse en el siguiente enlace: http://bit.ly/2BXNpae