Por: Adriana Vásquez
Este 21 de Septiembre se realizó el “Foro público avances y desafíos para la garantía del derecho a una vida libre de violencia para las mujeres en Colombia, País Vasco y El Salvador”. En este foro participaron defensoras derechos humanos y mujeres feministas comprometidas a cambiar la realidad de esta problemática. Al foro llegaron alrededor de 50 personas o más de diferentes zonas del país.
Alejandra Burgos teóloga y una de las representantes de la Colectiva Feminista fue la moderadora en todo el evento. Ella hacía mención que demostrar en cómo se ha avanzado ayuda visibilizar esta problemática y que aunque no se podía definir en porcentajes cuánto ha disminuido la violencia de género pero si ayudaba a dar un panorama de cómo está la situación en el país. “Solo en el año 2018 llevamos 286 casos de violencia de género que también significa que es violencia social” afirmó.
Andrew Cummings director de la maestría de Desarrollo Territorial comentó su agradecimiento a todas las organizaciones que apoyaron el foro. Además recalcó que uno de los retos principales es la efectiva inclusión de las personas más necesitadas que en este caso serían las mujeres por la violencia de género que sufren.
Por otra parte La jueza propietaria de sentencia del juzgado especializado para una vida libre de violencia y discriminación para las mujeres de San Salvador, Glenda Escobar dio un preámbulo de cómo funcionaba la justicia y la violencia de género antes y de cómo se está manejando hoy en día. “Antes los hechos de violencia contra la mujer eran conocidos siempre en el sistema judicial pero como un delito ordinario no con una especialización para conocimientos sobre la violencia contra la mujer”.
Ella comentaba que cuando son hechos de violencia intrafamiliar cada uno de los municipios son competentes para llevar casos un poco delicados pero el ´problema radica en el sistema judicial es que no todos reconocen los delitos contra la violencia de la mujer porque se está luchando contra un fenómeno sociológico- cultural que es el patriarcado. Según Escobar hay roles de estereotipos de género que también obligan a la mujer a no reconocer la violencia como tal. Es aquí donde se da el síndrome de la indefensión aprendida, dónde por más ciclo de violencia que haya la mujer no se defiende pues ya está culturalmente establecido que así debe ser.
Cecilia Piris parte de la Asociación Clara Campoamor del país Vasco dio su análisis sobre cómo la violencia hacia las mujeres afecta al estado directamente y que no debería dejarse pasar. Si una mujer está depresiva, violentada, su desempeño en el trabajo decae y es ahí donde significa pérdida para el estado pues las ganancias en la empresa no será la misma.
También en el foro se habló de cómo se experimentaba la violencia de género de manera territorial. Acá la representante de la colectiva feminista Morena Herrera nos dio una crítica de como Suchitoto había logrado ser un municipio libre de violencia contra la mujer. En cambio Ariana Osorio representante de Las Dignas, nos mostró el estudio realizado el pasado 2017 dónde mucha de la violencia de género ocurre de manera horizontal y está es una problemática al denunciar. Al no denunciar sólo permite que los estereotipos del machismo se sigan reproduciendo por eso hace hincapié que la atención especializada para la violencia contra la mujer debe ser eficaz y delicada.