Por: Morena Herrera
Hace falta vivir muy lejos de las comunidades urbanas y rurales empodrecidas en El Salvador para no reconocer que necesitamos adecuar la legislación del país para que responda a las necesidades más urgentes de toda la población.
Es difícil quedarse en silencio después de una plenaria legislativa tan frustrante como la de la noche del 30 de octubre de 2014. Muchas personas habían llegado desde diversas localidades del país con la ilusión de que ahora sí, se ratificaría la reforma Constitucional que reconoce formalmente el derecho al agua y a la adecuada alimentación.
¿Quién puede oponerse ello y no sentir vergüenza? Comprendo que sólo una diputada de ARENA se atreviera a tomar la palabra después de haberse negado a dar su voto para esta ratificación. Claro que hay que mejorar los sistemas, la gestión del agua y trabajar por mejorar y lograr la cobertura total de agua para todas las comunidades y familias de nuestro país.
En algunos lugares no estamos con las manos cruzadas, organizaciones sociales, de mujeres trabajamos junto al Gobierno Municipal y otras instituciones para acercarnos a la meta de total cobertura, así lo estamos haciendo en Suchitoto donde impulsamos un proyecto sobre Agua y Equidad de Género en coordinación con los más de 30 sistemas comunitarios de agua, que con mucho esfuerzo se han venido construyendo desde el periodo de reconstrucción de la post guerra.
Pero si las ciudadanas y ciudadanos hacemos nuestra tarea, tenemos que exigir que quienes son nuestros servidores y servidoras públicas cumplan con su responsabilidad !El derecho al agua es el derecho a la vida! ¿Dónde estaban esta noche las diputadas y diputados que hace unas semanas querían que se aprobará un pronunciamiento por el derecho a la vida, como una manera de esconder una votación que negara la necesidad de abrir un debate serio y científico sobre las consecuencias de la penalización absoluta del aborto? ¿Así defienden la vida, negando la aprobación de un derecho constitucional al agua que la población salvadoreña tanto necesita?
Esta misma noche fue retirado un dictamen de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, se trataba del indulto para una de LAS 17 que ha sido enviado por la Corte Suprema de Justicia como favorable a la Asamblea Legislativa. Se trata el dictamen de Mirna Isabel Molina de Martínez, cuya hija no murió, y que como hemos insistido, esta mujer nunca debió ir a la cárcel. Solo fue condenada por prejuicios como ha pasado con las otras 16 mujeres condenadas en este momento. Lo más grave es que Mirna ya está a punto de cumplir los 12 años a los que fue condenada, sólo le faltan unas semanas para terminar de cumplir la condena y pese a ello, la Honorable Asamblea Legislativa decidió aplazar la aprobación de su indulto.
¡Así se defiende la vida en El Salvador, negando el agua y el derecho a la libertad de las personas!
(*) Columnista de ContraPunto