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Gloria Marisela Morán
María Teresa Rivera llegó llena de esperanza, pero también de miedo de escuchar, nuevamente, que debía pasar en prisión 40 años; pero la realidad fue otra cuando el juez dijo: “con la información que he recibido, con los elementos dados por los peritos, considero que esta sentencia debe anularse”, esas palabras, a la mujer de 32 años le hicieron eco y el llanto se apoderó de ella. Cuando escuchó que era libre, abrazó fuertemente a su abogado defensor, Victor Hugo Mata, asimilando lo que el juez acababa de decir y besaba la foto de su hijo y agradecía a Dios levantando las manos y orando “te pedí que me dieras libertad, y acá estoy, no me has dejado avergonzada”, lo repetía en medio del llanto que no podía contener. Casi una hora antes de que escuchara la sentencia ella había hablado ante el juez del Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador, Martín Rogel, y le había dicho “yo solo pido una oportunidad por este pequeño (muestra una foto) que es mi hijo y tiene diez años”. María Teresa salió libre después de cuatro años en prisión, en 2012 fue condenada por el homicidio agravado en contra de su hijo recién nacido, mismo que no cometió, según lo determinó este 20 de mayo el juez. Rogel escuchó atentamente cada uno de los alegatos de la parte defensora y acusadora, representada por la Fiscalía General de la República (FGR). Asimismo escuchó al perito del Instituto de Medicina Legal (IML) que hizo la autopsia al hijo de María Teresa en 2011, mismo que no llegó en aquella ocasión cuando la condenaron a 40 años de prisión. La fiscal argumentó que María Teresa asesinó a su hijo desde que no comentó su embarazo, desde que no tuvo los cuidados prenatales, “ella sabía lo que hacía”; sin embargo el perito de IML expresó durante su intervención que la muerte del hijo de María Teresa “podría ser natural”, desvirtuando así las aseveraciones de la FGR de que ella había cometido el asesinato premeditadamente arrojándolo a una fosa séptica. La representante de la FGR también aseguró durante la audiencia que los documentos no hacían constar que María Teresa se habría interesado por saber cómo estaba su bebé, acto que, según ella, reflejaba que había actuado de forma consciente. Ante esa aseveración, la joven madre, durante su pequeña intervención dijo “señor juez, no es cierto que yo no pregunté por mi hijo, sí lo hice, pero no lo pusieron en el papel (…) Y si pude con un hijo sola, iba a poder con dos, yo no lo maté”. Así pasó la mañana de este 20 de mayo con argumentos en contra y a favor, hasta que al filo del mediodía el juez anuló la sentencia de 2012 y agregó que el Estado debe ser el responsable de realizar medidas de reparación por los años que María Teresa pasó en la cárcel. La sentencia de 2012 fue calificada por el abogado defensor, Víctor Hugo Mata, como “exagerada y llena de prejuicios”, por lo que aseguró que la revisión de la sentencia se convirtió en una oportunidad de hacer justicia. Ana Ruth, la amiga inseparable de María Teresa, quien acompañó cada proceso en el que la mujer estuvo festejó la decisión del juez y aseguró que “Teresa venció, ganó su libertar; pero hay más mujeres por las que luchar, ella es solo una”. Alejandra Burgos, de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, aseguró que la decisión tomada por el juez fue la correcta “porque se hizo justicia, se enmendó un error judicial que encarceló a esta mujer”, agregó que como María Teresa hay decenas de mujeres y que “existe una alta posibilidad de que también hayan errores judiciales y estén encerradas sin ser culpables”. Burgos señaló que la libertad de esta mujer es emblemática porque ella, de todas las condenadas por delitos vinculados a un aborto, era la que tenía la sentencia más severa. “Esto nos da esperanza, nos hace seguir luchando porque se revise la legislación salvadoreña”. En El Salvador desde 1998 se prohíben todas las formas de aborto. La revisión de sentencia se dio luego de varias gestiones de organizaciones que velan por los derechos de las mujeres. Ella es parte de las 17 mujeres por quienes se lanzó una campaña en 2014 en la que pedían su libertad. María Teresa se convierte en la décimo segunda mujer, vinculadas a emergencias obstétricas, a la que le otorgan libertad después de que un juez determinara errores judiciales en las sentencias condenatorias. Publicado en ContraPunto