Publicado en contrapunto
Fotos: Jessica Orellana/Texto: Vladimir Chicas
Una joven hondureña que vino al país a trabajar espera por segunda vez que la justicia compruebe su inocencia, al ser acusada del delito de Homicidio Agravado luego de sufrir un aborto espontaneo.
El primero de enero de 2013 inició el calvario para Carmelina López Alvarado. Ese día sufrió un aborto espontaneo, luego de cinco meses de embarazo , en la casa donde trabajaba como domestica ubicada en el municipio de Concepción Oriente, departamento de la Unión.
Esta joven mujer de 23 años de nacionalidad hondureña fue trasladada por sus patronos al hospital Nacional de Santa Rosa de Lima. La doctora que la atendió en el nosocomio dio parte a las autoridades que la detuvieron luego de ser acusada de abortar al feto.
A Carmelina la justicia salvadoreña la condenó a 30 años de prisión el tres de junio de 2014 por el delito de Homicidio Agravado. Un mes después, la Agrupación por la Despenalización del Aborto a través de sus abogados presentó un recurso de apelación debido a que se consideró que a la joven de 23 años se le vulneraron sus derechos durante el juicio.
La Cámara de Segunda Instancia de San Miguel estableció en julio de 2014 la anulación de la condena impuesta a Catalina, debido a que la médico que la denunció declaró como testigo de la fiscalía, en clara vulneración al artículo 205 del Código Procesal Penal.
Carmelina fue favorecida con una nueva vista pública instalada el 16 de abril de 2015 en el juzgado de Sentencia de la Unión. El proceso fue suspendido luego de más de cinco horas, siendo reprogramada para el próximo 23.
De acuerdo a la defensa, la fiscalía hasta la fecha no ha determinado ante el juez que el aborto sufrido por Carmelina haya sido provocado. Además, Medicina Legal cambió su declaración sobre la autopsia, en la que en un primer momomento detallaba un golpe en el cráneo del bebé, en una segunda declaración aseguran que no se puede determinar si el hijo de Carmelina nació vivo o muerto.
A Carmelina López Alvarado un aborto espontaneo la envió a la cárcel. La joven hondureña que vino al país a buscar una oportunidad laborar, fue acusada por la doctora del hospital público al que llegó en búsqueda de asistencia.
15 meses después, con la espera de un hijo de tres años que quedó al cuidado de su madre en Honduras, Carmelina López Alvarado sigue esperando justicia.