San Salvador, 8 de junio de 2021. Sara recuperó su libertad, así lo declaró el juez del Tribunal de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena de Cojutepeque en audiencia del 31 de mayo de 2021, le otorgó el beneficio penitenciario de libertad condicional, porque “cumple con los requisitos establecidos en el Código penal”. Su salida inmediata de prisión; estuvo limitada al derecho de la Fiscalía General de República de apelar la resolución del juez. El 4 de junio se conoció que la FGR desistió de interponer un recurso en contra del dictamen del tribunal.
En enero de 2020, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública otorgó la conmutación de la pena, reduciéndose de 30 a 10 años de prisión, para finalmente recuperar su libertad hasta el año 2022. La defensa técnica consideró injusto que continuará detenida y solicitó la libertad condicional anticipada.
El 8 de octubre de 2012, Sara fue detenida. Era una joven de 18 años, estaba a punto de finalizar su bachillerato. Trabajaba en labores del hogar para financiar sus estudios desde niña. En su casa de una zona rural del departamento de Cuscatlán, tropezó y se cayó, lo que provocó lesiones graves, sangrado y la pérdida de su embarazo. “No me fijé que había un pedazo de jabón en el suelo y me deslicé. Caí sentada. Lo siguiente que recuerdo es estar en el hospital. Me habían metido en el área donde tenían a todas las mamás y los niños, así que empecé a preguntar por mi hija; pero nadie me decía nada, solo que no me tenía que mover porque estaba muy mal de salud, que estaba sangrando demasiado. Así seguimos dos días. El doctor explicaba que no me podía dar referencia. En la audiencia me acusaron de homicidio agravado”, dijo Sara en una entrevista.
Sara se sentía emocionada por estar embarazada por primera vez y quedó devastada por el accidente. Mientras se recuperaba en la cama del hospital público, fue detenida por la policía, acusada injustamente de abortar y condenada a 30 años de prisión por homicidio, el 12 de septiembre de 2013. La libertad de Sara es una esperanza de justicia para todas las que continúan en prisión, su salida hoy del Centro de Detención Menor para Mujeres en Zacatecoluca es un motivo de celebración para su familia y todas las personas y organizaciones que le acompañamos en este largo proceso.
Cada uno de estos casos evidencia las consecuencias de la penalización absoluta del aborto, provocando que el Estado abandone a estas mujeres en el momento que más necesitan protección y acceso a la salud, y, por el contrario, son perseguidas penalmente, en procesos plagados de irregularidades y vulneración del debido proceso. El Salvador debe detener la persecución sistemática y el encarcelamiento indebido de mujeres vulnerables que pierden sus embarazos por abortos espontáneos y otras emergencias obstétricas.
Desde el año 2009 hasta la fecha, Agrupación Ciudadana por la Despenalización del aborto con el apoyo de otras organizaciones nacionales e internacional han liberado a 49 mujeres, y con Sara suman 50 mujeres criminalizadas por emergencias obstétricas que consiguen su libertad.